domingo, 11 de abril de 2010

PRINCIPIOS DEL TEATRO

El hombre inventa el disfraz y la mímica para una ceremonia mágica; luego, descubre la danza, el canto y el poema para sus plegarias religiosas. La liturgia lo conduce en seguida a establecer el diálogo, la acción y el decorado. El teatro queda inventado así, con casi todos sus medios de expresión.

Al nacer el teatro, nace también el lugar teatral, el escenario en que se celebra la representación. Ese lugar fue, primero, la fogata en la boca de la cueva, con su fondo de espesa selva o de rocas erguidas; luego, los soleados pedregales helénicos, los macizos templos dóricos, los umbrosos pórticos medievales. En Grecia se blanqueaban con cal paredes y se ornamentaba el suelo. A veces es al aire libre: en los teatros y circos de la antigüedad clásica, en carretas dispuestas en círculo, en estadios, en canales, en fiestas de feria, en la Piazza de San Marco, entre los jardines y surtidores de Versalles, en los campos de carreras. Otras veces, se sitúa en lugares cerrados: castillos, edificios especiales, galerías palaciegas, patios curtos, corrales, plazuelas y mesones.

Interviene la luz; para unir o separar a los actores y a los espectadores. Cuando es luz natural, une; cuando es artificial, a veces blanca, a veces de colores, trata de aislar al público en la penumbra o poner en evidencia a los actores. Las posibilidades de la luz han intervenido decisivamente en la evolución del espectáculo teatral. Más tarde inventó la puesta en escena, con la escenografía, el sonido y los efectos especiales. Pero la luz fue antes, en el espacio de la representación, en lo que hemos de llamar, con inevitable galicismo, el “lugar teatral”.

Es bien sabido que, en innumerables aspectos, el último cuarto del siglo XIX y el XX son épocas que se caracterizan por una revisión de todos los valores precedentemente aceptados. Las formas de percibir y de representar el universo se modifican radicalmente. Y, como es lógico, el teatro también es alcanzado por esta transformación técnica, económica, social y estética. De ahí que haya surgido un nuevo modo de entender la función de aquél en la sociedad, así como los medios de expresión escénica y la dramaturgia misma. Entre otras cosas profundamente transformadas a lo largo de esta evolución, está el lugar teatral.
Hacia 1870 el lugar teatral por excelencia consiste en lo que se ha dado en llamar «teatro a la italiana». Todas las salas se componen de una planta (orquesta y patio de butacas) y de un numero variable de pisos. La forma circular adoptada generalmente, condena a los dos tercios de los espectadores de los pisos altos a estar colocados literalmente y sin exageración alguna, los unos frente a los otros.

El teatro.[En linea]

[Citado el 11 de Abril de 2010]

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